La Orden Omega es una doctrina filosófica y espiritual clandestina y de origen gnóstico, que afirma una dualidad creadora. Sus orígenes herméticos, dan especial relevancia a la alquimia como conocimiento que engloba diferentes disciplinas, que nos llevan a un saber profundo de la vida y del universo. Algunas de estas disciplinas son la química, la astrología, el misticismo, la física, el espiritualismo, la medicina o el arte. Por lo tanto, es de entender, que una persona con un pensamiento nihilista jamás tendría cabida en esta Orden, pues el nihilismo cree que el Cosmos es un puro caos sin sentido ni orden posible.
Creen en la reencarnación, por ende en la importancia del espíritu. Según sus creencias las almas se reencarnan hasta que son capaces de un autoconocimiento, que les llevaría a la percepción de una fuerza superior que guía su vida. Es decir, se trata de una experiencia mística a la que se llega, cuando el alma humana está en unión con lo Sagrado.
Esto bien puede suceder a través de la meditación profunda o incluso con la expresión de las obras de arte. El auténtico arte, entendido como algo que muestra algo diferente, es un momento visionario, aquello que hace recordar algo que el alma ya sabía, un deseo, un sentimiento de emoción hacia la propia intimidad, que la propia realidad física lo dificulta. El arte como algo que va más allá de lo bonito o lo feo, que es belleza en el sentido de la búsqueda de la verdad, de la autenticidad. Y aún puede ser algo más. Más allá de la belleza, un objetivo inalcanzable para el común de los hombres. Si alguien, con todo, por extensión de sus propias cualidades, pudiera dar novedad a la belleza, provocaría el sentimiento de intervención divina, de genialidad.
Ese genio crearía una magnífica y prodigiosa obra de arte. Una visión efímera entre el hombre y lo divino. Por eso, para la Orden Omega el vínculo con el arte, se basa en que el hombre puede ser capaz de arrojar algo de luz, de sentido y de valor a la vida mundana.
El espacio y el tiempo no son objetos o cosas, sino herramientas de nuestro entendimiento animal. Por ello creen que no existe la muerte de la conciencia, porque la conciencia existe fuera de las limitaciones del tiempo y del espacio. Puede estar en cualquier lugar: en el cuerpo humano o fuera de sí mismo.
En un universo el cuerpo puede estar muerto y en otros todavía existe, la absorción de la conciencia emigró a este universo. Se da por hecho la existencia de mundos paralelos o de múltiples universos. Las almas humanas están construidas a partir de la estructura misma del universo y han existido desde el principio de los tiempos.
Los cerebros son sólo receptores y amplificadores para la conciencia que es intrínseca al tejido del espacio-tiempo. Entonces, hay una conciencia que no es material, y va a vivir después de la muerte de su cuerpo físico. Esta cuenta de la conciencia cuántica, explica cosas como las experiencias cercanas a la muerte, la proyección astral, de las experiencias del cuerpo y de la reencarnación, sin la necesidad de la ideología religiosa, sólo a partir de una filosofía que engloba principios éticos (el bien y el mal) y morales (las costumbres), con ayuda de una vida intelectual.
La energía de la consciencia potencialmente se vuelve a transformar en un cuerpo diferente en algún momento y, mientras tanto, existe fuera del cuerpo físico en algún otro nivel de realidad y, posiblemente, en otro universo.
Cuando el ser humano ha dominado el alcance de su poder interior, a partir de alguna o todas las disciplinas descritas anteriormente, siguiendo un camino de introspección, que conlleva la idea implícita de que si queremos una mejora en el mundo, debemos empezar por mejorarnos a nosotros mismos, puede entrar y salir por diferentes caminos sin perder lo esencial.
Siendo coherente entre lo que se piensa, se siente y se hace, pues lo lógico es vivir acorde con lo que uno piensa. En esta Orden de filósofos, los miembros deben aplicar una vida moral, es decir, que sus creencias no vayan unas en contra de las otras, también estar dispuestos a la reflexión interna que debe ser auténtica, a resolver los miedos entrando en acción, y constatando las pequeñas certezas que da la vida. La idea central es que cuando la persona se perfecciona, está perfeccionando la vida de quienes le rodean, porque es difícil ayudar a los demás sino se ayuda primero a uno mismo.
El adepto de la Orden Omega se dedica a aprender a ser mejor persona, más sabia. Sigue los pasos de un viaje vital que incluye un período de retiro (nada que ver con el sentimiento de soledad), introspección, meditación, buena alimentación, contacto habitual con la naturaleza, descansos al sol, lectura de textos que enriquezcan su espíritu, escucha de buena música y otras actividades que favorezcan un estado emocional positivo.
El adepto tiene la obligación, el derecho y la libertad de averiguar qué le hace feliz en su vida. De averiguar qué le conviene porque le hace bien, qué es bueno para su mente y espíritu, qué es en definitiva aquello que ayudará a aumentar la calidad de su SER. Sólo alguien que tiene un alma trabajada, puede despertar.
Debe ser valiente para ser él mismo, pero también lo bastante insensato para cambiarse y seguir manteniéndose auténtico. Se le enseña a educar su mente. Aunque por lo general, este camino ni es seguro ni agradable, pues exige autocrítica y mucha determinación.
La Orden Omega da una relevancia excepcional al amor, que entiende como una poderosa fuerza que atraviesa la creación. El alma del mundo que alimenta el alma de cada persona, y por la cual se mueve el universo. El amor simboliza la luz interior. Por lo tanto, en resumidas cuentas, el individuo que ingresa en la Orden Omega debe tener la inteligencia para descubrir, la libertad para decidir, el instinto del amor y la virtud de la justicia. Dentro de la Orden se fomenta la búsqueda de la verdad, el estudio filosófico de la conducta humana, el desarrollo social y moral del ser humano, orientándolo hacia su evolución personal, por lo tanto la Orden Omega también tiene un carácter iniciático, que empieza a temprana edad.
La Orden Omega considera que los antiguos hombres cínicos y sin escrúpulos que poblaron el planeta antes del apocalipsis, corrompieron a la humanidad, transformándola en una sociedad materialista y superficial. La liberación de lo material es por lo tanto, una de sus máximas. “Aquello que poseemos, nos posee”, es una de sus máximas, que consiste en que cuantas más cosas materiales tiene la persona, más miedo tiene a perderlas. Siente un apego por las cosas materiales, hasta tal punto que el mero hecho de perderlas, limita su toma de decisiones. Con lo cual vivir con lo esencial, libera a la persona del miedo a perder mucho.
Como los miembros de esta orden creen en el amor al prójimo son personas hospitalarias, ya que la hospitalidad es la unión entre el amor y la compasión. Todas estas enseñanzas vienen reflejadas en los Textos Milenarios y sus Nobles Verdades, que hablan sobre el origen del mundo, la búsqueda de la verdad y aquello que une el mundo.
Se prepara a los discípulos para encarar de la mejor manera la vejez, el dolor y la muerte, construyendo puentes mentales entre el mundo manifiesto y el ilusorio, que unen conceptos aparentemente separados, y sin embargo, inexorablemente unidos en la rueda de la vida.
Resumen:
- Es una doctrina filosófica y espiritual de origen gnóstico.
- Su carácter es iniciático y siguen un método educativo.
- La base de sus enseñanzas quedan reflejadas en los Textos Milenarios y sus Nobles Verdades.
- Dominan la alquimia incluyendo todas las doctrinas que de ella derivan.
- Creen en el espíritu, en la eternidad del alma y en la reencarnación.
- Creen que existe un vínculo entre espíritu y arte.
- Consideran de vital importancia la conciencia cuántica.
- Consideran la idea del espacio – tiempo como algo relativo.
- Le dan una importancia prioritaria al concepto de “conocerse a uno mismo” como base de una aprendizaje que empieza desde el interior.
- Consideran de gran importancia trabajar la mente, pues bien dirigida lleva a logros personales que aspiran a la excelencia.
- Entienden el sentimiento del Amor como una fuerza que atraviesa el mundo.
- Su reliquia sagrada es un pergamino y un códice denominado “El Legado”