Los Textos Milenarios y sus Nobles Verdades es el conjunto de 42 textos sagrados, datados de la época egipcia, los cuales encierran en sus palabras toda la sabiduría de los antiguos dioses.
Estos antiguos papiros no solo contienen hechizos y sortilegios, sino que además también engloba todas las enseñanzas herméticas.
Para los egipcios los jeroglíficos tenían poder, la fuerza y la magia de la palabra escrita. El mismo acto de pronunciar en voz alta el sortilegio, que por ejemplo se escribía mediante símbolos en una tumba o un papiro, era en sí mismo un acto de creación. Lo que se escribía y se pronunciaba a través de un ritual, sencillamente se cumplía.
Esta manifestación del poder divino, se conoce a través de las verdades arcanas. Únicamente para los oídos preparados para escuchar y comprender, pues la verdad solo se manifiesta a los que están despiertos, y saben ver lo oculto de su simbolismo.
En resumen dice:
Todo es mente porque a través de nuestros pensamientos creamos la realidad, y todo lo demás, que pensamos que nos rodea, solo es vacuidad.
Como es arriba es abajo, es un principio de correspondencia, en el cual se entiende que por ejemplo nuestro cuerpo organiza sus células y actúa con las mismas leyes que el universo entero.
Los opuestos forman parte de la misma naturaleza. Si cogiéramos una cuerda con nuestras manos, una punta a cada lado separada por el largo de nuestros brazos, por poner un ejemplo, en una punta tendríamos la luz y al otro la oscuridad. El grado de oscuridad es proporcional al grado de luz, cuanta más luz menos oscuridad, y al revés. Forman parte de la misma cuerda, y sin embargo son opuestos.
El ritmo de un péndulo, que va y viene sin detenerse nunca, es la misma vida que nos dice que lo bueno va y viene, que la noche precede al día, incluso el ritmo de las mareas es una descripción gráfica de ese movimiento, que nunca cesa.
La causa y efecto como ley universal. Todo pensamiento, palabra o acto tiene un efecto, como si se tratara de las ondas que se forman en el agua, al tirar una piedra. Una palabra lanzada al aire, produce unas ondas de energía que vagan por el universo, y en último término causan un efecto. Un pensamiento también crea una energía, o haciendo eco del primer punto de esta lista, crea una realidad. La nueva realidad es la causa, y tendrá un efecto, que puede ser percibido por nosotros, o por otras personas, y que puede manifestarse inmediatamente, o no.
El género es un principio presente en todas las cosas y seres del universo, más aún si cabe en la persona humana, que tiene un lado femenino y otro masculino. Los dos lados conforman una unidad completa y equilibrada. Igual que la Tierra necesita el sol y la luna para vivir, el ser humano necesita su parte masculina y su parte femenina.